viernes, 5 de octubre de 2012

Un truculento decenio. Imposible olvidar

El Fujimorismo sin Fujimori se encuentra perdido. Por ese motivo los acólitos de este "partido" desean fervientemente liberarlo a toda costa, así sea inventando una nueva estrategia como la que ahora están utilizando que es el de hablar sobre una supuesta enfermedad cancerígena.
Ellos saben muy bien que el poder judicial y los partidos políticos son propensos a que se les "ablande el corazón" con una idea sobre el "deplorable estado de Fujimori y su avanzada edad", dejándose llevar por la perorata melodramática de las actuales cabezas del Fujimorismo. Esperemos que el presidente de la república, Ollanta Humala, no se deje impresionar ante estos alegatos y se mantenga firme y férreo ante la corrupción y ante sus protagonistas que marcaron una deplorable y vergonzosa etapa en nuestra historia como república independiente. 
Cabe remembrar que, en los diez años que abarco el régimen de Alberto Kenya Fujimori, los actos de corrupción y las masacres campeaban en su gobierno. Fueron como su "marca registrada" en aquella época. Es innegable que hubieron jueces comprados, magistraturas enteras vendidas, burgomaestres sobornados, medios de comunicación maniatados, líneas editoriales silenciadas, voces compradas, la creación de los infames y prosaicos "diarios chicha" que vertían a diario sus mendacidades desprestigiando a los opositores políticos del régimen, sindicatos cerrados, desmantelados y maniatados, salarios congelados, trabajadores despedidos, etc. Todo eso sucedió en el Fujimorismo y nadie parece recordar, ni siquiera los que lucharon contra la dictadura en la marcha de los cuatro suyos; no obstante todo ese aparato estatal pútrido tenía que envidenciarse de alguna manera y eso se vio reflejado en la salida de los "vladi-videos" que expuso la verdadera naturaleza de ése fatídico decenio. 
Los poderes fácticos cayeron y Alberto Fujimori se vio obligado (por su naturaleza cobarde) a renunciar vía fax, posteriormente se haría conocida su huida al Japón. Me causa asombro y fastidio ver a algunos señores que puedan seguir admirando a este súbdito del Imperio Japones que nunca fue peruano y que lo vean como un "líder", esa admiración y respeto es ridículamente ignominioso y es una afrenta ante la estela de dolor y de atraso moral que causo el fujimorismo. 
La matanza de Barrios Altos, la matanza de la Cantuta, el asesinato de periodistas, los asesinatos extra-judiciales, el acosamiento a los adversarios, etc. Todo eso no se puede olvidar ni perdonar. Nunca más debe volver la amnesia colectiva y esto que quede muy claro.
Ahora vienen a hablar sobre "reconciliación" o sobre "indulto humanitario". ¿Indulto humanitario?, eso no existe, lo que quieren es el indulto así de simple, o sea, desean librarlo de culpa y que pase sus días en su lujosa y cómoda morada. Eso no puede pasar en una democracia.
En la DIROES se le trata bien, muy bien, no tienen queja, es mas, él debería estar bajo un régimen carcelario más riguroso.
En los penales y cárceles de Perú no existe la humanidad porque los reos están hacinados, en condiciones precarias e insalubres y en estos casos ¿pór qué no les dan indulto? por el mismo hecho que no cuentan con la plataforma mediática y de esa manera no pueden salir a la luz sus casos. En cambio la familia y los hijos de Fujimori si cuentan con el apoyo de la prensa para velar los derechos de su padre en comparación con los reos comunes.
Mucho se habla de que "fue un presidente y que merece un trato preferencial". ¿Que cosa? ¿por qué un trato preferencial? ¿acaso el hecho de haber sido un funcionario lo exime de recibir un trato igual como a todos los prisioneros? No lo exime, por el contrario al haber ostentado un elevado cargo también eleva sus culpabilidades ante hechos significativos de corrupción y en materia de asesinatos selectivos. Eso no es pretexto para que Fujimori reciba un trato displicente.
Todavía hay ciertos personajes que aún están libres y que pertenecieron solapadamente a la mafia Fuji-Montesinista y que aún persisten en hablar de democracia y de justicia mientras que en la dictadura fueron muy cercanos a los más canallescos personajes, recibiendo favores. Entre los cuales existe una buena parte de periodistas y de funcionarios que no se batieron con la dictadura bicéfala. Es menester recordar que esos tiempos fueron muy duros y que nos costo un enorme trabajo extraditarlo. Sin embargo no podemos darnos el lujo de perder una oportunidad histórica en encarcelar y en enjuiciar a un ex-presidente que cometió crímenes de lesa-humanidad. No al indulto por cualquier motivo.
Los patriotas del Perú como los familiares de las víctimas no vamos a permitir que se de esa libertad porque no hay motivos para entregársela, no ha perdido perdón a los parientes de los fallecidos y hasta que no suceda eso nunca habrá una autentica paz para las almas de estos muchachos.
Las almas de las víctimas no descansarán en paz hasta que sus captores y asesinos no estén bien castigados y tras las rejas.




       

No hay comentarios:

Publicar un comentario